martes, 12 de febrero de 2013

Un pensamiento común

¿Qué es la felicidad, de qué depende este estado? ¿Quién o qué logra hacerme feliz? Más importante aún... ¿Qué busco? 
Desde pequeño tengo esta idea romántica de casarme y vivir en el bosque con alguien, este pensamiento debe de haberme pasado por la cabeza, desde que tenía 8 años o algo así. De pequeño todo parecía más sencillo, eso también. Vaya, como se me ha escapado el tiempo, se que aún tengo la edad para poder vivir y experimentar como nunca, pero no puedo evitar sentir esa terrible nostalgia hacia mi pasado, "mas inocente", solía divertirme con cosas sencillas, solía reír solo, y no, no necesitaba estar conectado a estos lugares, no tenía redes sociales, quizá, aún más importante, no tenía una vida social. No sabía nada de lo que era esa "presión" de formar parte de algo, o alguien, era simplemente SERGIO, sin tapujos. Si quería estar desnudo, lo estaba y punto. 
¿Qué me pasó? Hoy en la mañana me miré atónito en el espejo, encontré en mi, alguien diferente, no me reconocía. De repente sentí un dolor muy grande en el pecho, era mi infancia, eran las hojas en forma de pato que caían de aquel robusto árbol en casa de mi abuelo, eran las películas que veía de pequeño, la alacena de casa de mi abuela, que era mi escondite, donde nadie podía encontrarme, recuerdo haber recortado unos "ojos roboticos" como dispositivos, para vigilar aquella guarida. ¿Qué sucedió, en qué momento dejé de disfrutar y vivir con aquella sencillez?

Cada día voy ganado más conocimientos... cada día aprendo, ¿Pero qué? ¿Qué he ganado, qué he perdido? me duele la cabeza, me duele el corazón a veces. Pero entonces tengo este sueño donde Sergio, más pequeño, se me acerca, y me abraza, me da un empujón y me dice... "Déjate ir... " y ese Sergio, esta orgulloso de mi, esta feliz de ser este Sergio de ahora, está igual de atónito que yo en la mañana frente al espejo, y no puede creer por todo lo que ha vivido... para él, es mucho, para mi no representa muchas cosas (a simple vista), pero él, él esta sorprendido, esta asombrado, ni en sus sueños más descabellados, hubiera podido imaginar convertirse en el Sergio de hoy.

Entonces sonrío. No sé donde va trazándose el camino, pero sé que sigo sorprendiendo a aquel Sergio, y eso, eso me hace sonreír. 

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